Trabajadores, transportistas y propietarios de locales comerciales que integran la Central de Abastos de Puebla hicieron frente al intento de saqueo, que varias decenas de personas pretendían llevar a cabo la mañana de este viernes.
Armados con palos, tubos y otros objetos, alrededor de las 11:00 horas, obligaron a retirarse y a pasar al otro lado de la carretera Santa Ana- Puebla, entre rechiflas y palabras malsonantes a quienes tenían intención de saquear el lugar.
«No permitiremos que esos hijos… se adueñen de nuestros productos y nuestro trabajo», se escuchó entre el ruido del tránsito que se intensificó por la revuelta.
Momentos de tensión se viven por la violencia generada, ya que mientras unos pretenden sacar provecho a la inestabilidad provocada por el alza en los combustibles, los otros se muestran decididos y organizados a defender su patrimonio y su trabajo.