Salazar Santos-A/ El video y fotografías de Omran Daqneesh, el niño de cinco años que fue rescatado después de un bombardeo ruso sobre el barrio Qaterji, han dado la vuelta al mundo y son el reflejo de la grave crisis que enfrentan los pobladores situados en la segunda ciudad más importante de Siria, Alepo.
Diversas organizaciones no gubernamentales como el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y Save the Children han levantado la voz por las personas que no pueden salir de las ruinas de sus casas por temor a ser ejecutados.
La imagen de Omran es tan solo una abstracción del problema, un instante de desesperanza, de sobrevivencia frente a los intereses geopolíticos de Rusia, Irán, el Hezbolá y los Estados Unidos, y de los propios del presidente sirio Bashar El Assad; una guerra civil que día a día cobra la vida de más personas.
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