Salazar Santos/ El fundador de Wikieleaks, Julian Assange, ha anunciado que su organización tiene aún en su poder mucha más información que puede comprometer la campara presidencial en los Estados Unidos, especialmente a Hillary Clinton.
En lo que parece ser una estrategia política del australiano asilado en la embajada de Ecuador en Londres, se liberaron, momentos antes del discurso del presidente Obama, 29 archivos de audio cuyo tema era el sabotaje a la precampaña demócrata de Bernie Sanders.
El escándalo suscitado por la liberación de correos electrónicos sobre el mismo tema hizo que la presidenta del Partido Demócrata, Debbie Wasserman Schultz, renunciara. Y en contramedida, Donald Trump, de manera histriónica ha pedido a Rusia que obtenga y filtre 30,000 correos electrónicos oficiales que desaparecieron del servidor privado de H. Clinton.
Rusia ha respondido a través Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin quien ha tachado de “absurdas” las acusaciones que dañan las relaciones bilaterales.